22 de enero de 2013

Una historia de cine.

Nuestro amigo Esteban, del podcast Zafarrancho, nos envía esta bonita historia.



Hace mucho tiempo, en un país muy, muy lejano, mi mujer y yo teníamos poco tiempo de casados. Ella trabajaba como creativo en una agencia de publicidad y tenía aspiraciones de convertirse algún día en actriz. Yo era Jefe del Palo Mayor del Buque Escuela Simón Bolívar, de la marina venezolana y mi aspiración era que el buque no encallara durante alguna de mis guardias ...

Después de ser aprobada en un casting para una película ítalo-venezolana, mi querida Adelaida se fue una semana con todo el equipo de rodaje a un lejano páramo de los Andes venezolanos. El director, los actores y los técnicos se hospedaron en una encantadora casa rural en la cima de una montaña.

¿Sabéis quién era el protagonista de esa película?

¡Antonio Banderas! ¡Antoooooonio!

A pesar de lo desconocido del film, aparece en el Imdb (http://www.imdb.es/title/tt0103065). La que hace de "María Rita" es mi mujer.

Off the records, el salto atlántico de Antonio no fue directo a Los Angeles. Primero hizo una escala en Venezuela.

Por lo ya comentado, Adelaida no era actriz. Quedó elegida porque daba el tipo de italiana (italiana guapa) y porque además hablaba italiano.

Antonio hacía de un inmigrante italiano en la venezuela de los años 50 y mi mujer era la pobre y cornuda novia dejada atrás en Italia ... ¡pobrecilla!

Después de las largas jornadas de rodaje, el equipo se relajaba en la posada con canciones, chistes y mucha camaradería. Antonio dejaba a todos atónitos con sus improvisaciones teatrales y guitarradas.

Los días pasaron y llegó el momento en el que Adelaida debió interpretar una escena en la que su canalla novio le daba esquinazo. El problema era que debía llorar y mi mujer no sabía como. Observando su preocupación Antonio la ayudó. Le dijo que él se concentraba oyendo determinadas melodías con su Walkman. Acto seguido le buscó una canción y le puso los cascos a mi atribulada aspirante a actriz. Hecho esto, se marchó.

Adelaida escuchó la melodía, apropiadamente melancólica, y comenzó a llorar a raudales. Sin parar de regar lágrimas a diestro y siniestro le avisó al director que debía aprovechar y rodar ¡YA!

Ipso-facto se alistaron y rodaron la escena que salió a la primera toma.

De regreso de su aventura mi mujer me comunicó que quería ser actriz. Dejó su trabajo y se enroló en una escuela durante tres años. Y se conviertió en actriz.

Los años pasaron y paramos en Europa. En La Coruña.

En el 2012 convocaron a un casting y mi mujer quedó elegida. Necesitaban figurantes para un baile en un pazo de Santiago de Compostela.

La película: La piel que habito. El protagonista: Antonio Banderas.

A sugerencia mía (es que quiero aparecer lo más que pueda en esta aventura) mi mujer le escribió a Banderas una carta agradeciéndole su apoyo en ese ya lejano 1990 y le agregó dos copias de una vieja foto en la que aparecían abrazados ella y Antonio Banderas.

En la primera noche de filmación, Adelaida le entregó el sobre. El pobre actor al que todos le pedían un abrazo o una foto, recibió sin mucho entusiasmo el sobre.

En la segunda noche de filmación y con el gran salón de baile del pazo abarrotado de personas, todo estaba listo para el rodaje. Únicamente faltaba Antonio Banderas. A un cierto punto, se abrieron las puertas y entró el actor. Sin detenerse y después de atravesar toda la sala, Antonio se plantó delante de Adelaida y abrazándola fuertemente le plantó dos besos en las mejillas. Emocionado le dijo:: "¡Gracias! ¡Gracias por la carta! ¡Qué gratos recuerdos!"




Antes de retirarse le entregó un sobre. En él estaba una de las copias de foto, autografiada por él. Todos en el plató miraron desconcertados a mi esposa que radiante, veía como el actor se dirigía al lugar designado para comenzar el rodaje.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado. Os envió anexas algunas fotos.

A mi en particular la peli me parece horrorosa. Pero me encanta que Almodovar la haya rodado para que mi mujer se reencontrara con Antonio y reviviera agradables experiencias.

Un abrazo y ... ¡VIVA PODCINEMA!

Si quieres ver más fotos, clic aqui.




Videos aqui y otro video aqui















1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué bien! ¡Gracias por publicarla! Un abraaaazo,
Esteban